Durante muchos años hemos dedicado todo nuestro esfuerzo a realizar trabajos e instalaciones cada día más importantes y complejas, dejando a un lado las reparaciones típicas del hogar, ya sean humedades, desagües embozados, y un sin fin de pequeñas averías que casi nadie quería realizar.
Era tan grande la demanda que había en las obras de nueva construcción, en la industria y en las grandes superficies, como supermercados, multicines... que estos trabajos pasaban a un segundo plano, y en algún caso directamente se decía, que no se disponía de tiempo para poder realizar los.
Como ya sabéis los tiempos han cambiado, y ahora para poder trabajar o incluso dar trabajo, estas empresas aceptan todo tipo de trabajos.
Hace unos días recibí una de esas llamadas, que en tiempos ya lejanos le hubiera tenido que buscar un hueco durante la semana, para poder satisfacer la necesidad de este cliente, y que ahora la recibes con cierta alegría y optimismo.
La avería en si, no era nada del otro mundo, pues en realidad se trataba de ir a reparar un wc, este tipo de reparaciones a priori parecen ser de muy fácil solución, pero la verdad es que abecés desearías que esta llamada jamás se hubiera realizado.
Eran las dos y media de la tarde, y un calor sofocante se desprendía del asfalto, y yo ya estaba frente al portal según la dirección que me habían dado, mi mano derecha se aproximaba lentamente al pulsador del timbre y sin pensarlo más lo pulse.
Unos segundos de espera y la puerta se abrió, frente a mí se encontraba la persona a la cual le tenía que realizar la reparación.
Yo, que después de mucho tiempo realizando instalaciones nuevas, vistas, empotradas o de gran complejidad, me encontraba ante un nuevo reto, un reto al que yo, ya hacia mucho tiempo al que no me enfrentaba, pues estos trabajos los había realizado cuando era aprendiz trabajando en una pequeña empresa, y ya hacia mucho tiempo de aquello.
La persona que me recibió en la entrada fue muy cordial conmigo, era una persona ya mayor, de unos setenta años de edad y con cierto aspecto de fatiga, supongo que por la edad o por el calor que hacia en aquellos días, me comentaba que hacia mucho tiempo que tenían el piso cerrado, y con rostro alegre me explico que su hijo pequeño se mudaba a este piso por que empezaba este año a estudiar en la universidad.
Le pregunte por el cuarto de baño, para ponerme manos a la obra y realizar la reparación, el muy cordialmente me condujo hasta el, deje mi caja de herramientas en el suelo y tras unos minutos observando los diferentes puntos localice el problema, ¡esto no quería decir que fuera a ser sencillo!
El primer inconveniente lo encontraba entrando por la puerta del baño, pues de la marca de ese sanitario nunca había escuchado hablar de ella, a partir de ese momento, sabia que si quería cambiar la descarga o algún otro elemento, no iba a poder realizarlo con los accesorios originales y que tenia que acudir a los universales y esto ya empezaba a ser un problema.
Desmonte el tanque del wc, la descarga y al fin localice la avería, esta avería no tenia nada que ver con ninguna parte del wc que normalmente cambiamos, si no más bien se trataba de un fallo de fabrica en la porcelana, pues en los tiempos de bonanza no os creáis que os montaban sanitario de primera siempre aunque fueran de marcas conocidas, si no partidas que salían con alguna tara y eran de terceras.Tras probar con diferentes soluciones para poder repararlo y no encontrar la solución recurrí a lo que pensé que era mi última alternativa, esta no era otra que medio bote de silicona que me sobro del día anterior. Con un poco de paciencia fui secando con trapos y un secador de pelo, la parte del tanque donde se asienta la descarga, una vez bien secado puse silicona tanto en la descarga como en la junta de la misma, seguidamente la volví a montar, una vez acabada esta parte monte el deposito al wc y lo conecte dejándolo, eso si, como mínimo veinticuatro horas fuera de servicio.
La silicona al secarse, sello todos los puntos donde se filtraba el agua y al fin de esta manera se pudo solucionar.
YO SOLO SE QUE NO SE NADA.
Abecés las personas nos creemos que cualquier avería se soluciona en un momento, y esto esta muy lejos de la realidad, cada reparación puede ser una aventura nueva y llegar a una buena solución abecés no es fácil.
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